Agitar antes de usar

25 mar 2012

La elegancia del erizo






L'élégance du hérisson
(o cómo dar sentido a un par de vidas con algo de magia)





Este es uno de esos libros que no eliges leer porque sí, sino con el que te vas tropezando constantemente (tiendas, sofás ajenos, blogs...) y al final te rindes y lo acabas comprando. Y seguramente acaba en tu estantería un par de meses porque lo reservas «para una ocasión especial».

Yo le eché un primer vistazo a su versión española. Y me gustó. Cómo encadenaba las palabras, cómo hablaba aquel ser que te iba contando su historia, la elección de unas frases y no otras... Así que, cuando me decidí a comprármelo (mi libro del Día del Libro del 2011), lo hice en francés. Por no sé qué obligaciones morales como traductora en ciernes que pretendo ser. Mi lectura en francés llevaba bastante tiempo oxidada, así que, entre unas cosas y otras, acabé dejando este libro para las lecturas del verano. Y cuando partí a tierras francesas, quedó olvidado en mi maleta... hasta el día de regreso a España. Abrí el libro en el aeropuerto... y lo solté quince días después. Con una lagrimilla en el ojo y con la única palabra que tengo para cuando me quedo sin palabras («joder»). 

Muriel Barbery escribe de una forma delicada y cercana. Sencilla, pero con chispa y elegancia.Y a mí esas cosas me conquistan. No es una novela de aventuras. Es una de las que te dan la lata para que pienses, para  leer tranquilamente en el sillón, con manta y taza de café, con subrayador a mano para rescatar las frases que se te van enganchando (y diccionario si se decide uno a tirarse a una versión original, pero tampoco es necesario abusar de él, la lectura es más bien fácil e intuitiva).

La elegancia del erizo tiene dos personajes encantadores principales, y son sus voces las que nos van contando esta historia. 

Una es la vieja Renée, la conserje de un edificio de ricos de París. La otra es Paloma, una niña de doce años hija de uno de los residentes del edificio. 
Renée es una mujer que lleva una doble vida. La que debe ser, por su naturaleza conserjeril, amante de gatos y  bebedora asidua de vidas ajenas, utiliza esta faceta como tapadera para esconder su pasión por Tolstoi, sus afición al cine japonés y su amor al lenguaje.
Paloma, en cambio, ser reflexivo e introspectivo, ha llegado a la conclusión de que la vida en sí misma no tiene ningún fin, así que ya ha planeado su propio suicidio. Pero, por si acaso, empieza a escribir un diario del «movimiento del mundo», buscando esa razón por la que de verdad merezca la pena seguir viviendo.

Este libro es una colección de reflexiones que se van ligando hasta que ambos personajes se encuentran.  El puente entre estas dos mujeres, la cultura japonesa, es esa huida de la sociedad occidental. Ambas se refugian en ese Japón del arte. Y este se personifica en el misterioso señor Ozu, el japonés que se muda a vivir allí y da un vuelco a la normalidad del edificio.

Y junto al señor Ozu, aparecen unos secundarios tan increíbles como reales (como Manuela, mi más querida, esa asistente portuguesa que sabe cocinar los más deliciosos pasteles, o los demás habitantes del edificio, tan graciosos y exagerados, con sus cuadriculadas y premeditadas vidas).

Las reflexiones que nos plantea Barbery son un ejercicio para el cerebro, una invitación a mirar el mundo con otros ojos. Nada queda fuera: arte, gramática, el paso del tiempo, la sociedad, la amistad, la mentira... y Barbiery nos hace todas esas preguntas que a nosotros nos pasan desapercibidas.

En definitiva, un libro para pasar este invierno  ^___^




La experiencia de leer en francés:
Asusta al principio, sí. Y si bien al comienzo del libro tenía una necesidad enfermiza de ir buscando palabra a palabra en el diccionario, acabé pasando de él. Hay palabras que se quedan descolgadas, pero una relectura lenta del párrafo te ayuda a entender la frase. Quizá la propia dificultad del libro no estaba en las palabras, sino en lo que decía con ellas. Sin embargo, es esto mismo lo que te hace seguir leyendo. Lectura difícil, pero que se consigue. Lo único que te pide es tiempo.



Muriel Barbery (2006): L'élégance du hérisson.
Ed. Gallimard. Colección Folio n.º 4939
ISBN 978-2-07-039165-3

Muriel Barbery (2007): La elegancia del erizo  
Ed. Seix Barral. Colección Biblioteca Formentor 
(424 páginas)




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